Colegio Civil Centro Cultural Universitario

Respirando azul clarito...

Un viaje de fin de semana al sur de Tamaulipas para una reunión familiar.

Nubes de algodón subiendo por la sierra:

Un bosque en la ciudad

Esta foto la tomé el pasado martes desde el Instituto Estatal de las Mujeres. 

Así se ven desde arriba toda la arboleda que se encuentra a un costado de la Explanada de los Héroes, en la Macroplaza.

Acción poética en la escuela

"Poniendo la mano en el corazón

Quisiera cantarte toda una canción

Que tú eres mi cielo

Eres mi consuelo

Que respiro el aire

Que respiro el aire

Que respiro el aire

Que respiras tú

No tienes remedio

No tienes remedio

no tienes remedio

Eres mi gran amor."

Viuda café

Hace unos días tuve un dilema ético. En mi pequeño jardín, bajo una maceta estaba una araña, la cual me identificaron los expertos como Viuda café (Latrodectus geometricus) y es considerada de importancia médica.

Aunque desde niña me han dado algo de miedo las arañas, no les hago daño; sólo busco "reubicarlas". 

En este caso no sabía qué hacer; además la araña tenía un ovisaco. Por una parte, soy respetuosa de la vida de las arañas, pero por otra parte se que con ella está en riesgo no sólo mi vida sino la de Carlos.

Obviamente no la pensé matar, sino reubicarla, pero eso también es un dilema, pues entonces el peligro sería para otras personas que no saben de su presencia.

El asunto es que a final de cuentas la araña ya no estaba en el lugar donde la vi. Carlos me dijo que la había reubicado; también me dijo a dónde la llevó, pero no la ví ahí. Ya no quise preguntar más.

Ahí venía la lluvia...

Una foto que tomé al salir de la tercera sesión del Club de Lectura, el martes pasado. Ahí venía la lluvia que se había estado anunciando.

Aún hay esperanza...

El día de ayer fue de lluvias ininterrumpidas en NL; no tengo datos oficiales, pero me parece que sólo hubo una víctima mortal (considerando que generalmente en situaciones así hay tragedias en MTY y el área metropolitana).

Sin embargo, tuve la oportunidad de observar cosas que me hacen sentir optimismo respecto al rumbo de nuestra sociedad (pues en los últimos meses nos hemos enterado de sucesos que nos han estrujado el corazón y el pensamiento).

Ayer en plena lluvia, mi mamá y yo tuvimos que ir al otro lado de la ciudad, al hospital a recoger medicamentos (los que nos atendemos con especialistas en el IMSS o en el ISSSTE sabemos lo que implica estar al pendiente de esas fechas y por qué no es tan sencillo decir "hoy no voy").

Así que nos fuimos en transporte público: un camión y un taxi de ida y un taxi y un camión de vuelta. Afortunadamente no había mucha gente esperando en la farmacia y solo estuvimos 5 minutos en el hospital; los necesarios para recoger los medicamentos. Pero lo que me llamó la atención es que los 4 conductores que nos dieron el servicio fueron muy empáticos: se acercaron lo más que pudieron a la banqueta para que no nos mojáramos en los charcos al subir o bajar.

Quizá parece algo sin importancia, pero los que hemos usado el transporte público en días lluviosos, ya sea en tiempos de estudiantes o para ir al trabajo, sabemos a lo que nos exponemos y lo complicado que puede ser a veces.

Después ya en la tarde cuando iba camino a mi casa me tocó ver a un ciudadano común recogiendo la basura que estaba obstruyendo una alcantarilla.

En las redes sociales también vi a elementos de seguridad o protección civil ayudando a la ciudadanía e incluso a animalitos atrapados por corrientes de agua.

Estas cosas me hacen sentirme optimista cuando a veces parece que todo está perdido en nuestra sociedad.