Alguna vez escuché o leí que los colibríes no detienen su vuelo, pero creo que no es así pues me ha tocado ver a los que vienen al hibiscus posarse sobre sus ramas o en los cables.
Aunque aún así me resulta difícil fotografiarlos. Esta vez tuve suerte, aunque fue necesario tomar la foto desde mi ventana para no asustarlo al salir.