Hace algunos años publiqué que había comprado unos kalanchoes en un viaje a Guanajuato. Pues uno de ellos era K. delagoensis.
Se tardó un buen tiempo para que floreciera y luego cuando floreció alguien cortó su flor sin permiso. Volví a esperar otro largo tiempo para verlo florecer y por fin, aquí está.
Sin embargo me siento un poco mal porque he descubierto que es una especie invasiva. Es muy prolífico y ahora resultan hijitos en cada maceta que está cerca. Con todo el dolor de mi corazón he tenido que desecharlos.
A veces pienso en regalar algunas plantas, pero me siento en un dilema ético, pues estaría contribuyendo a que esta planta se siga multiplicando.
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