Hace un año los alumnos de la escuela se encontraron en el patio a estas aves que se habían caído de su nido. Algunos incluso ya estaban planeando llevárselas a su casa.
La recomendación de los expertos siempre es dejarlos donde se encontraron. "A veces creemos que es cruel no ayudar a las aves caídas de su nido, pero muchas veces es peor llevarse un polluelo o volantón de su hábitat y creer que sabemos cómo cuidarlo".
En este caso por ser el patio de la escuela y horario escolar, no podíamos dejarlos donde se encontraron; por eso se les resguardó en una caja, en la dirección de la escuela.
Al medio día observamos que en uno de los árboles estaba otra ave del mismo tamaño, por lo que pensamos que ésa era la mejor área para dejarlos. Sin embargo, aún quedaba la jornada del turno vespertino y aún no era prudente dejarlos ahí.
Las aves se siguieron resguardando, pero esta vez en la dirección del turno vespertino, y el intendente apoyó liberando a las aves en un horario en que ya no hubiera alumnos.
Suponemos que las aves fueron rescatadas por sus padres, pues cuando el intendente las dejó en el árbol ellos si se dieron cuenta, incluso lo picotearon en la frente. Además al día siguiente ya no estaban en el patio.
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