Hace unos días tuve un dilema ético. En mi pequeño jardín, bajo una maceta estaba una araña, la cual me identificaron los expertos como Viuda café (Latrodectus geometricus) y es considerada de importancia médica.
Aunque desde niña me han dado algo de miedo las arañas, no les hago daño; sólo busco "reubicarlas".
En este caso no sabía qué hacer; además la araña tenía un ovisaco. Por una parte, soy respetuosa de la vida de las arañas, pero por otra parte se que con ella está en riesgo no sólo mi vida sino la de Carlos.
Obviamente no la pensé matar, sino reubicarla, pero eso también es un dilema, pues entonces el peligro sería para otras personas que no saben de su presencia.
El asunto es que a final de cuentas la araña ya no estaba en el lugar donde la vi. Carlos me dijo que la había reubicado; también me dijo a dónde la llevó, pero no la ví ahí. Ya no quise preguntar más.
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