viernes, 15 de enero de 2021

Llegó otro viernes

 Hasta hace un año los viernes eran mi día esperado pues significaba que llegaba un descanso de fin de semana, después de una jornada ajetreada de trabajo. También podía significar que era día de paseo al Mercado del Chorro y surtirme de antojos veganos. 


Pero desde que comenzó el resguardo siento que las semanas se me pasan sin hacer mucha diferencia entre un día y otro. Por ejemplo, ya se cumplieron dos semanas del año nuevo pero siento que los días han sido rutinarios. Sólo cambia que al tratar de escribir una entrada diaria aquí, intento buscar o pensar en algo significativo que haya hecho durante el día.


No quiero sonar pesimista pues a pesar de los pesares agradezco que aún seguimos con salud y que tengo la fortuna de seguir trabajando desde casa, por eso es que trato de ver el lado positivo y pensar mejor que terminé la primer semana de trabajo del año con mis alumnos logrando conectarnos la mayoría una hora diaria en las clases virtuales.


Sigue siendo poco el tiempo comparado con las horas de clases presenciales, pero al menos es más de lo que nos pudimos conectar el primer trimestre.

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